La genioplastia es un procedimiento quirúrgico destinado a modificar la forma y posición del mentón, mejorando tanto la armonía facial como la función mandibular. También conocida como mentoplastia, esta intervención puede corregir un mentón retraído, proyectado, asimétrico o prominente.
Aunque suele asociarse con transformaciones estéticas, cada vez más pacientes jóvenes recurren a esta cirugía para corregir imperfecciones congénitas o secuelas de traumatismos, lo que ha incrementado su popularidad en los últimos años.
Causas por las que considerar una genioplastia
La genioplastia no solo responde a necesidades estéticas, sino también funcionales. Los motivos por los que los pacientes optan por esta cirugía son los siguientes:
Mentón retraído
Un mentón poco proyectado puede generar un desequilibrio visual en el rostro, especialmente si este se observa de perfil. Esta condición puede acentuar la percepción de nariz prominente o cuello sin definición.
Asimetría mandibular
Desviaciones o irregularidades en la forma del mentón pueden causar desequilibrio facial. La genioplastia permite corregir estas asimetrías, armonizando el rostro de manera integral.
Exceso o deficiencia ósea
Tanto el mentón demasiado prominente como el poco desarrollado pueden corregirse mediante este procedimiento, ajustando la estructura ósea para lograr una apariencia más equilibrada.
Mejora del contorno mandibular
En algunos casos, la genioplastia se realiza para definir mejor la línea mandibular, especialmente cuando existe flacidez o falta de volumen en la parte inferior del rostro.
Tipos de genioplastia
Dependiendo del diagnóstico y de las necesidades específicas del paciente, existen distintos tipos de genioplastia:
- Genioplastia de avance o aumento. Se utiliza para proyectar el mentón hacia adelante, ideal para mentones retraídos.
- Genioplastia de reducción. Indicada para reducir un mentón prominente.
- Genioplastia vertical. Puede alargar o acortar la altura del mentón.
- Genioplastia asimétrica. Corrige desviaciones laterales o desalineaciones.
El procedimiento puede realizarse mediante osteotomía (corte y reposicionamiento del hueso) o a través del uso de implantes mentonianos.
¿Cómo se realiza una genioplastia?
La cirugía suele realizarse bajo anestesia general y tiene una duración de entre una y dos horas aproximadamente. El acceso se realiza normalmente desde el interior de la boca, lo que evita cicatrices visibles.
Una vez reposicionado el hueso o colocado el implante, se estabiliza mediante pequeñas placas o tornillos. El postoperatorio puede incluir inflamación, sensibilidad o dificultad para hablar y comer durante los primeros días, pero la recuperación suele ser rápida y bien tolerada.
Genioplastia como complemento de otros tratamientos faciales
La genioplastia puede realizarse de forma independiente o en combinación con otros tratamientos como la rinoplastia, bichectomía, lifting facial u ortodoncia y cirugía ortognática.
Esta combinación de tratamientos permite un rejuvenecimiento facial integral, equilibrando las proporciones faciales, logrando un resultado más armónico y natural.
La genioplastia o mentoplastia es una opción eficaz para quienes desean mejorar el equilibrio de su perfil facial, corregir asimetrías o potenciar su armonía estética. Ya sea por razones médicas o estéticas, este procedimiento ofrece resultados duraderos y naturales.
Si estás considerando mejorar tu contorno facial, consulta con el Dr. Ramón Terré, cirujano facial en Zaragoza, quien podrá valorar tu caso de forma personalizada y recomendarte la mejor opción, ya sea una genioplastia aislada o como parte de un rejuvenecimiento facial integral.