Rinoplastia Cerrada
¿Qué es la rinoplastia cerrada?
La rinoplastia cerrada es la operación de la nariz que, a diferencia de la rinoplastia abierta, se realiza sin incisión en la columena (la parte que separa los 2 orificios nasales), es decir, sin incisión exterior. Esto permite que la cicatriz sea totalmente invisible tras la operación de nariz, aunque tiene una serie de condicionantes que veremos a continuación.
Casos de rinoplastia cerrada
Características de la rinoplastia cerrada
Siempre que no influya en el resultado, el abordaje no resulta relevante. Sin embargo, es necesario conocer que un abordaje abierto permite un mejor diagnóstico de la patología funcional y, por tanto, puede que mejores resultados a este nivel.
Los aspectos a tener más en cuenta de una rinoplastia cerrada, son:
- No hay incisión exterior, por lo que no existe ni marca ni cicatriz tras la intervención.
- No se puede aplicar en todos los casos. Aproximadamente realizo solo el 10% de mis rinoplastias con abordaje cerrado.
- Impide la utilización del bisturí ultrasónico en algunos casos.
- No permite un diagnóstico tan preciso al cirujano.
- Limita la utilización de injertos del propio paciente, por lo que puede limitar los resultados estéticos y funcionales.
La rinoplastia cerrada tiene hoy en día sus aplicaciones y con resultados igualmente buenos, pero en ocasiones el no elegir un abordaje abierto puede hacer que los resultados no sean los más óptimos. Por ello, el abordaje no debe de ser un limitante sino un camino hacia el mejor resultado. En ocasiones, el abordaje a realizar solo puede decidirse en el momento de la cirugía, puesto que hay características como la distensibilidad y elasticidad de la piel, las características mecánicas del cartílago nasal y la cantidad de cartílago nasal para injertos, que no son valorables hasta el momento de la cirugía.
¿Qué ocurre si quiero una rinoplastia cerrada?
El abordaje (abierto o cerrado) no debería ser nunca la base de la decisión para elegir el cirujano con el que operarte.
La cicatriz con la rinoplastia abierta, se vuelve casi imperceptible a los meses de la cirugía, por lo que para nada supone un inconveniente estético para nuestros pacientes.
Es el profesional quien, tras valorar tu caso, observará qué abordaje es mejor para ti. Aquí es donde radica la profesionalidad del cirujano. Si, tras la valoración inicial, el cirujano considera que la rinoplastia debería realizarse vía abierta (porque va a poder hacer un mejor diagnóstico que derive en mejores resultados), no sería ético realizar la operación vía cerrada solo por cumplir con el deseo del paciente de no tener ninguna marca ni cicatriz, ya que a la larga puede ser mucho peor.
Acudir a un cirujano que maneje todos los abordajes y técnicas de rinoplastia, es garantía de que la planificación del tratamiento va a ser la indicada para tu caso.
Preoperatorio
Postoperatorio